Ahora el camino es abierto.
Acostumbrada como estás a transitar la noche, a sortear obstáculos y a hacerle frente al enemigo, te sentís perdida entre tanta luz, terreno llano, y calma cierta.
Ahora no te guían los paisajes, la brújula está adentro y lo sabés.
Ahora es tiempo de confiar, de aprender la confianza en el camino.
Ahora es tiempo de dejar que los fantasmas sean solo eso.
Es tiempo de separar prehistorias, de ver que todo es nuevo.
De dejar que en pulseada repetida, esta vez, la razón sea vencida, y triunfe corazón por sobre todo.
Ahora que la intuición se vuelve intensa y parece acertada, es tiempo que deshagas sin culpa todo intento de programar la historia.
Ahora que te ves en el espejo y ves mucho más adentro de la imagen reflejada, y no sentís deseos de escapar, permanecer parece ser la clave.
Tejer virtualidad y realidad, y abandonarse a la sorpresa.
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